Ya se acabo lo del buen chico...

Como les conté en otro post, hace unos días me encontré con un amigo mío que leía mi blog, es uno de mis amigos mas antiguos, ya que crecimos juntos (vivimos en el mismo edificio, fuimos juntos al instituto…) pero hacia casi 4 años que no hablaba con el (si lo se ¡vaya amigo!:)) y me comento que le sorprendía mucho mi “cambio de mentalidad”

Y es que el fue siempre el mas “conservador”; era el que mas criticaba la inmigración, por los problemas que conllevaba, el mas radical en sus opiniones con respecto a los nacionalistas,los homosexuales etc. y yo era el mas “progre” siempre haciendo de abogado del diablo (lo crean o no :))

Leyendo mi blog dice que se ha dado cuenta de que he cambiado, que he acabado acercándome a sus ideas.

La conversación quedo ahí, pero cuando nos despedimos me quede pensando ¿será verdad? ¿Será verdad que he cambiado tanto? Y es que nosotros somos los últimos en darnos cuenta de lo que cambiamos, ya que no podemos observarnos desde fuera, para nosotros siempre somos los mismos, son los otros quienes se dan cuenta.

Después de dedicarle un par de días analizar la cuestión, creo que puede decir que no he cambiado nada, o mejor dicho, mis ideas (España, política, moral, historia…) son las mismas, lo que ha cambiado ha sido mi actitud.

Me explico, yo he crecido en un entorno (Sevilla, barrio obrero, clase media baja, enseñanza pública, etc.) en las que las personas que me rodeaban compartían una cierta mentalidad. Por supuesto yo podía votar a uno y el de enfrente a otros, pero en las cuestiones básicas e importantes coincidíamos.

Cuando me fui al extranjero eso cambió.

Por primera vez tuve que convivir (en el exacto sentido de la palabra; compartiendo habitación y baño con tres desconocidos mas, y cocina con otros 60 :)) con personas de otras culturas, otros países, religiones, mentalidades y educación.

Pero el choque más fuerte fue con los españoles.

Conocí españoles que no solo no se sienten como tal (algo que puedo entender) sino que odian y desprecian a España, gente que tiene un concepto totalmente retorcido de este país, y que se encargaban de pregonarlo a todo el que quisiera escucharlo, gente que en una fiesta con gente española solo te hablaba en catalán o en ingles, aun sabiendo que tu acabas de llegar y el ingles, cortito, y que no hablas catalán.

Y españoles (estos si se sentían como tal) que te menospreciaban cuando no estabas de acuerdo con su visión sobre España o manifestabas tu oposición a su ideología política (la ideología era del PSOE, para entendernos) como si solo la de ellos fuera valida.

Les pongo ejemplos:

Final de la Champions League, estamos como 30 personas viéndolo en la sala comun del hostal donde vivíamos. El Barcelona gana la copa y esta celebrándolo en el campo, un amigo mío, alicantino (que arte tenia este) me dice “Hay que ver, no sacan ni una bandera española” y era cierto, podías ver a Márquez con la mexicana, a Etoo con la de Camerún, al Puyol con la catalana…pero de España, nada. Así que yo, de coña, le dije “no te preocupes que yo te pongo el himno” y busque en mi móvil el himno español.

Al lado mía se sentaba una chica de Barcelona que había llegado hace poco y con la que casi no había hablado. Cuando empezó la música se volvió hacia mí y me dijo “Que asco ¡apaga eso!” Con un odio, con un desprecio…la sala se quedo en silencio, todo el mundo cortado, yo el primero, y es que de verdad no me lo esperaba. Al final el alicantino rompió el hielo con sus bromas, pero a mi no se me olvidara ese tono y esa mirada en mi vida. Puro odio.

Otro día al hostal llego un hombre, tendría unos 50 años, era vasco pero había estado viviendo muchos años en México, después de comer nos reunimos los de siempre en la sala común (había suecos, españoles, italianos y polacos, muchos polacos :)) y el se puso a hablar con uno de estos últimos contándole que España había invadido el país vasco hace muchos siglos, que había dividido el territorio para dificultar su reunificación (le enseño un mapa de un libro en el que ponía “Euskalherria“ y que incluía a las vascongadas, Navarra, el país vasco francés y no se que mas, como si alguna vez hubieran sido un solo estado) y que desde entonces luchaban por su libertad (“freedom fighters” llamo a los etarras el muy cabrón) y comparaba la situación del país vasco con la de Polonia cuando fue invadida por los nazis.
Todo eso contándoselo a alguien que no sabía nada de la situación real, con lo cual aceptara esa mentira como la verdad y la repetirá en el futuro.

Obviamente yo intervine en la conversación; la cosa acabo mal, y el polaco flipando. :)

Un fin de año tuve que quedarme allí, a mi novia no le dieron vacaciones, nos reunimos unos cuantos desgraciados que estábamos en la misma situación :) e hicimos una fiesta de fin de año, teníamos de todo; champan, las uvas, villancicos…uno incluso consiguió conectar con TVE1 a través de internet. Todo iba mas o menos bien cuando, al salir el rey para el mensaje navideño, uno de los invitados (yo no lo conocía) escupió en el suelo mientras hablaba entre dientes. Luego me entere de que era catalán.

Con una chica de Granada, muy simpática (y muy sociata) tuve un día una discusión porque ella decía cosas como “Si los Reyes Católicos no hubieran invadido y exterminado la civilización islámica en Granada, quien sabe como estaríamos ahora” (con suspiro final incluido, y ojos que anhelaban un sueño que pudo ser y no fue)

Yo le conteste que “nosotros” no se, pero ella estaría con Burka, un hijab o algo por el estilo y trabajando de paridora de niños a jornada completa y que si no me creía solo tenia que mirar el grado de libertad, desarrollo y respeto a los derechos humanos de cualquier país musulmán. Como se pueden imaginar la que se lio fue buena.
Aunque no siempre se llegara tan lejos, la sensación de “tu opinión vale manos que la mía porque tu opinión no es de izquierdas” estaba presente siempre.

Claro que a veces tenían que cerrar la boca, como cuando una niñata (20 años, recién salida de la universidad y con mami pagándole la estancia; niñata) nos empezó a echar un sermón sobre las bondades de la izquierda y puso la revolución Cubana y Venezolana como ejemplo y un venezolano que vivía con nosotros (al que ella se quería tirar por cierto)le corto diciéndole que a el no tenia que explicarle nada de la revolución, que por culpa de Chavez había tenido que dejar su país y estaba allí ahora. La cara de la chica era un poema :)

Podría contarles mas pero eso es solo para que se hagan una idea, por supuesto esas cosas no pasaban todos los días, pero si con cierta frecuencia, como si el insultar a mi país y despreciar a quien no aceptara “el pensamiento oficial” estuviera permitido y fuera una forma de mostrar lo “guay” que era uno, y lo peor es que esas cosas las decían enfrente de extranjeros que nada sabían de la situación real de España y que acababan creyéndoselo, como la vez que un catalán (otro, lo siento si alguien se ofende, pero eran los mas porculeros) se emperro en que España le había robado todo a Cataluña, incluso la historia, y es que según el, la flota que descubrió América no había salido del puerto de Palos, en Huelva, sino de una población catalana llamada “Pallou” o algo así, y que la prueba era el estudio llevado a cabo por no se que investigador (catalán claro) basado en un cuadro que inmortalizaba el momento de la partida de las naves.
Detrás de ese cuadro había unas montañas, pero en el puerto de Palos no hay montanas; eran las de Pallou (o como se llame) según el.

Y esto que cuento es una historia verídica.

Lo que quiero transmitirles es el ambiente de agresión continua, como si tuvieras que ir disculpándote por no votar a Zp o por estar orgulloso de España y su historia.
Así que todo eso me cambió, no mis ideas, que como les he dicho, siempre han sido las mismas, sino mi actitud; ya se acabó lo del buen chico.

Como dijo alguien “Dentro de cada español hay un pequeño Cruzado esperando salir”

Y el mío me lo han sacado.

No saben lo que han hecho… :)