El anuncio sobre la retirada del contingente militar español tras más de 10 años en Istok, esta llenando una vez más las paginas de la vergüenza de la política exterior española.Montones de noticias sobre la llamada crisis de Kosovo se amontonan en mis archivos virtuales: Unos nos prefieren hablar del fondo y otros se inclinan por las formas; y mientras tanto el aparato propagandístico del PSOE utilizando con contundencia la táctica de la confusión si no de la intoxicación, para salvar a la heredera del trono de ZP y de paso desviar la atención de las cosas que verdaderamente preocupan a los españoles.
¿Será todo por una foto?
¿Por qué tantas prisas a pocos meses de la primera reunión de Obama con la OTAN?
¿Por qué tanta urgencia a pocos días de la nueva reunión del G-20 ampliado?
Desgraciadamente todo es posible, como también lo es que se trate de una torpeza de la niña de ZP o simplemente que la encuesta de los lunes sigue marcando las prioridades de ZP.
Lo que nadie se traga es la versión de “la niña” por la que justificaba moralmente la obligación de comunicárselo a nuestras tropas en primer lugar.
Otros países llevan meses reduciendo su aportación a la Kfor con discreción, y es conocida la intención de nuestros aliados de empezar replegarse a partir de septiembre ¿Por qué tanta inmediatez?, cuando esperando unas semanas nuestra evacuación hubiera podido disiparse en una decisión multilateral y no unilateral.
La llamada crisis me pilló participando en un seminario de la facultad de ciencias políticas de la GWU, Washington, la capital del mundo mundial, y desde allí las cosas se ven diferentes.Ni a la opinión publica norteamericana ni a su departamento de estado les quita el sueño si nos vamos o no de Kosovo pues saben que la factura la tendremos que pagar igual, ya sea con tropas o con dólares.La verdad es que a mi tampoco me produce pesadillas, lo que si me causa cierta vergüenza es la imagen que estamos dejando por la forma en la que nuestro “ejercito de la paz” va a abandonar aquellas castigadas tierras y a los que la habitan: novias, novios, ya se sabe después de tantos años...., y no me refiero a si la evacuación se hará por tierra o por aire, aunque conociendo a nuestra ilustrada ministra igual propone hacerlo por mar desde alguno de sus tan anhelados como inexistentes puertos.
Lo que también me importa es la perdida de respeto que nos estamos ganando así como la ausencia de fiabilidad que despertamos en nuestros aliados: Hace unos años nos retiramos con nocturnidad de Irak, cuando hasta los Estados Unidos de Obama que tanto han llenado de admiración la boca de ZP, tras ganar el candidato demócrata unas elecciones en cuya campaña prometió como zapatero en la suya, la retirada de Irak, ya como presidente declaró que tardarían mas de un año en evacuar el grueso de sus tropas de Irak y en cerrar la vergonzosa cárcel de Guantánamo; después la tontería ante la bandera de un país aliado, mas tarde mendigando una foto en la reunión del G-20 ampliado y ahora esto.
Las declaraciones de Bernardino León, el fontanero de La Moncloa convertido en bombero, calificando la reunión que mantuvo con el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, gracias a los buenos oficios de nuestro embajador en Washington, Jorge Azcallar, de intensa y extraordinaria, son tan patéticas como las que también ha reiterado ZP, afirmando que el gobierno americano ha pasado pagina. Lo cierto es que la sin razón y la irresponsabilidad de “la niña” mimada del gobierno y del propio ZP han producido un estornudo en el Departamento de Estado cuyas consecuencias además de devolvernos a la cola de espera de la antesala de la casa blanca, nos pueden causar entre otros problemillas la perdida o congelación de 52.000 millones en contratos.
La crisis no ha sido producida por retirar nuestras tropas, si no porque el respeto, comprensión y colaboración que nuestro gobierno exige, no los practica. No se trata de si podemos o no evacuarlas, se trata como siempre de hacer bien las cosas. No se trata de si hacer bien las cosas es hacerlas como quieren nuestros aliados, si no de hacerlas según marcan las más elementales normas de la diplomacia, especialmente con los países que se supone son tus amigos.Evidentemente que la OTAN, la Alianza de Civilizaciones y el Consejo Estelar respetan la decisión del gobierno español, nadie pone en duda tal obviedad. Lo que no es de recibo es que nuestros aliados, nuestros ministros y el cuerpo diplomático etc., se enteren por los medios de comunicación de que la evacuación es inminente.
Una de las bases, si no el principal principio en el que se sustentan las relaciones internacionales es el de la confianza, un principio del que nuestros diplomáticos de carrera conocen su valor, un principio que “la niña” de ZP y su jefe se pasan por el forro ¿Por una foto con Barack Obama? ¿Para preparar a nuestros pacíficos ciudadanos ante el inminente aumento de nuestras tropas en Afganistán? ¿Por la encuesta de los lunes? En todo caso, supeditar nuestras relaciones diplomáticas a la imagen interna de un actor político y a la temporalidad de un gobierno es un error.
A estas alturas de la película y después de tantas mentiras y engaños, las declaraciones, justificaciones y explicaciones de ZP, “la niña”, el fontanero etc., explicando el momento y las prisas, son unas historietas que no se cree casi nadie.
"La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía." (Proverbio árabe).
Nito Foncuberta
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