Un céntimo, esa es la ayuda a la dependencia que recibe un invidente, un ciego. Un céntimo y sin decimales, todo enterito, todo para él, todo para su ayuda y bienestar. estas son las promesas y los cálculos de este gobierno, estas son las consecuencias de una oposición pusilánime e inservible.
Un céntimo, un puto céntimo. Que las tablas de asignaciones estén hechas lo veo lógico; que al parecer recibe una pensión complementaria(así la llaman) lo veo lógico, pero otorgar un céntimo, un miserable céntimo. Y ahora es cuando uno se pregunta si el funcionario que hizo la comunicación tiene un mínimo de vergüenza para mandar tal carta. Y ahora es cuando uno ve(este agraciado damnificado no ve) cualñes son las cuentas claras de este gobierno, Y ahora es cuando se ve la manera de aumentar estadísticas.
Más que una ayuda parece una burla, parece el símbolo de desprecio. Mientras los jardines de la Moncloa necesitan de 500.000 eurazos y la ministra del socavón de 900.000 para plantitas, el pueblo pasa necesidad. ¿No es esto una república bananera?.
Parece ser que ante la pregunta de si merece la pena agacharse por un céntimo de euro deberemos responder: no solo agacharse, sino pelear por cogerlo.
Considera el gobierno que este céntimo, este generoso céntimo, es compensatorio a la calidad de ayuda que recibe porque la esposa y cuidadora de este hombre(recién operada ella de la cadera) no es profesional. Entonces preguntamos: ¿y porqué no se le asigna un profesional a ese matrimonio?. Ah claro, que cuesta más de un céntimo y claro, el resultado en las estadísticas es el mismo.
Una nación que maltrata a sus ancianos, que los desprecia y se burla de ellos no merece salir adelante. Una nación que se dedica a la caridad en el extranjero a precio nacional y desprecia a los propios y naturales no merece ser considerada nación.
Seamos sensatos, demos a nuestros ancianos al menos la vida y oportunidades que ellos nos dieron a nosotros,. Seamos justos y consecuentes, seamos humanos.
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