jueves, 14 de mayo de 2009
La deducción que se acaba… y la hipoteca que no llega
Si ayer no quise referirme al debate sobre el estado de la nación, hoy me veo obligado a hacerlo. Sobre todo después de escuchar y leer tanta memez respecto a un tema que conozco y que me afecta directamente: la burbuja inmobiliaria y la deducción por adquisición de vivienda habitual.
Resulta más que paradójico que ahora, después de cinco años de mandato socialista en España, se nos hable de ese nuevo mantra –o eufemismo, según se mire- denominado “cambio de modelo productivo”. Hablaremos sobre él en próximas entregas con más profusión. Más increíble aún me parece que se esté criminalizando hoy, no hace cinco años, al sector inmobiliario como culpable de todos los males de nuestra sociedad, incluso más allá de los económicos.
¿Es que en cinco años no han sido capaces el Presidente del Gobierno y su cohorte de ministros y asesores de hacer nada al respecto?. ¿Será que no había nada que hacer o será que el primer interesado en dejar que la fiesta continuase era el propio Rodríguez?.
La cuestión es que por fin este señor a que algunos han elegido para gobernar los designios de España, el pasado martes volvió, como ya llevan tiempo haciendo sus mensajeros, tanto los públicos como los privados, a decirnos lo malo que es el sector de la construcción de viviendas. Un sector que, bajo su mandato, ha llegado a alcanzar el 9 por ciento del PIB, tres puntos más que el de la automoción en su conjunto, sector mimado sin excepción en todos los programas de medidas anticrisis.
Para reafirmar su “compromiso” con el cambio de modelo productivo, que viene a ser algo así como “ya no nos vamos a dedicar al ladrillo por decreto ley”, Rodríguez propuso eliminar para 2011 la deducción en el IRPF de la deducción por vivienda habitual. Para defender este cambio, el Presidente llegó afirmar en sede parlamentaria que “esta deducción ha motivado que el precio de la vivienda se haya duplicado”. Semejante falacia aún no ha sido rebatida en ningún foro de debate, menos aún en el propio debate.
Veamos, ¿alguien puede pagar el doble por algo simplemente porque tenga una rebaja fiscal máxima del 15 por ciento de su impuesto de renta?. Pero si este planteamiento tuviese alguna base fundamentada que yo me estoy perdiendo, ¿por qué no retiró la deducción el PSOE cuando llegó al poder en 2004?. ¿Han errado también en eso como en las previsiones que vienen defendiendo desde hace más de un año?. ¿No son muchos yerros para un gobernante?.
Pero no acaba aquí la cosa. Casi todo el mundo ha tragado con eso de que esta medida va a provocar una avalancha de compradores en los próximos meses, ávidos de no perder su deducción fiscal. ¿Es que nadie ha caído en la cuenta de que aquí se compran casas cuando hay una hipoteca de por medio?. Pues parece que no. Como tampoco parece que los políticos, analistas y tertulinanos, casi todos los cuales viven en una realidad paralela, llena aún de vino y rosas, generalmente pagadas con fondos públicos, se han enterado de que el gran problema de la vivienda es que no hay crédito.
Mientras Jose Luis Rodríguez y Mariano Rajoy se tiraban los trastos a la cabeza, me contaba un conocido que trabaja en una caja –presuntamente de las más saneadas- que le están denegando las hipotecas hasta a las parejas de funcionarios. Con ese panorama, ¿alguien se cree que el mercado va a absorber 800.000 viviendas en año y medio. Un poquito de seriedad, por favor, señores.
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