Lo que nos faltaba para el duro

Cada vez se dice que la sociedad avanza más deprisa. Tristemente hacia nuestra destrucción es cuando más velocidad cogemos. 

En Asturias han desarticulado una banda organizada que traficaba con una nueva droga.

Casi ni debiera sorprendernos de no ser porque era la propia madre del cabecilla, la mujer y las novias de los socios quienes se dedicaban a cortar la droga y a trapichearla. Esta es la educación para la ciudadanía, esta es la consecuencia de una sociedad sin valores y sin miedos donde un asesino confeso pasea tranquilamente `por un centro de reclusión como si estuviese en un hotel mientras su víctima se descompone en el lugar que a ese marquesito se le pusiera de las narices. Esta es la consecuencia del permisivismo y de la mal entendida tolerancia, en castellano la consecuencia de bajarnos los pantalones para que no nos llamen malos.