Hace 35 años que Franco murió. En España ya no hay falangistas, ya los policías no ejercen su poder, ya no hay maricas en las cárceles. Ahora oleadas de miles y miles de inmigrantes colapsan las oficinas del INEM, gitanos van robando cables de electricidad y manadas de rojos anarquistas sodomitas satánicos pro-musulmanes y masones llenan la pantalla de la televisión. Ahora a todas horas se habla del glorioso testículo de Franco perdido en la Guerra de África. Los años de ensueño de los Reyes Católicos son ridiculizados en los libros de texto. El Extremadamente Glorioso, Aclamado y Católico Imperio Español se ve superado en estos libros por el putrefacto y esclavista Imperio Inglés. Ya no se va a recordar a los pobres soldados que dieron su vida por España en la Guerra Civil yendo al Valle de los Caídos; ahora se rememora a los «oprimidos» catalanes en manifestaciones clandestinas con banderas independentistas y bajo el fulgor del fuego que produce las fotografías de los Reyes y la bandera de España.
Al himno de este país se le ha castrado quitándole la letra, y, para remate, moros y vascos ponen bombas y ni tan siquiera huelen la cárcel, aparte de hablar de las bodas entre desviados y las «fiestas florales» que sustituyen a las comuniones. Aborte usted libremente, pues no hay ninguna prueba científica que indique que seamos seres humanos.
¿Esto es España? No, señores, es la versión amariconada del infierno.
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Se estan cargando nuestro pais y da rabia sentir impotencia ante ello,tener la sensacion de no poder hacer nada.
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